CITAS BIBLICAS DE LIBERACIÓN

Exodo 6, 6 Por lo tanto, diles de mi parte: Yo soy Yehováh, que quitaré de sus espaldas los duros trabajos de Egipto y los liberaré de la esclavitud. Yo les devolveré la libertad con golpes tremendos de mi mano y con intervenciones manifiestas.

Deuteronomio 15, 15 Acuérdate de que tú también fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que Yehováh, tu Dios, te dio la libertad: por esto hoy te doy este mandato.

Jueces 2,  16 Yehováh hizo que se levantaran “jueces”, o sea, libertadores, que salvaron a los israelitas de sus explotadores.

2 Samuel 22, 2 Yehováh es mi roca y mi fortaleza, mi libertador y mi Dios. 3 El es la roca en que me asilo, mi escudo, mi salvación, mi fortaleza y mi refugio. Tú, mi Salvador, me salvas de la violencia. 4 Invoqué a Yehováh, digno de alabanza, y me encuentro libre de mis enemigos.

Isaías 61, 1 ¡El Espíritu del Señor Yehováh está sobre mí! sepan que Yehováh me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.

Isaías 35, 10 y por ahí regresarán los libertados por Yehováh; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza.

Isaías 47, 4 Me voy a desquitar y nadie intervendrá. dice Yehováh de los Ejércitos, nuestro libertador, cuyo nombre es el Santo de Israel.

Isaías 51, 14 Muy pronto saldrá en libertad el prisionero; no morirá en el calabozo, ni le faltará más el pan.

Jeremías 34, 15 Ustedes, sin embargo, se convirtieron hace poco e hicieron según mi deseo, proclamando la libertad de sus hermanos. Ese compromiso se tomó en mi presencia, en la casa que mi Nombre ha santificado.

Ezequiel 34, 12 como el pastor que se ocupa de su rebaño el día en que se encuentre en medio de sus ovejas en libertad. Yo también me ocuparé de mis ovejas y las sacaré de todos los lugares por donde se dispersaron ese día de negras nubes y tinieblas.

Salmos 18, 3 El Señor es mi roca y mi fortaleza; es mi libertador y es mi Dios, es la roca que me da seguridad; es mi escudo y me da la victoria.

Salmos 22, 5 En ti nuestros padres esperaron, esperaban y tú los liberabas 6 A ti clamaban y quedaban libres, su espera puesta en ti no fue fallida.

Salmos 70, 6 ¡Tú ves cuán pobre soy y desdichado! oh Dios, ven pronto a verme. ¡Tú eres mi socorro, mi liberador, Señor, no tardes más!

Salmos 108, 7 ¡Que sean liberados tus muy amados. Sálvanos con tu diestra y respóndenos!

Salmos 111, 9 Envió a su pueblo la liberación, fijó con él una alianza para siempre; santo y temible es su Nombre.

Salmos 144, 2 él es mi refugio y mi baluarte, mi fortaleza y mi libertador, mi escudo en que me amparo, él humilla los pueblos a mis pies.

Salmos 146, 5 Dichoso aquel que al Dios de Jacob tiene de ayuda y pone su esperanza en el Señor, su Dios, 6 en el que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto ellos encierran. El su lealtad conserva siempre, 7 y su justicia da a los oprimidos, proporciona su pan a los hambrientos. El Señor deja libres a los presos.

Lucas 4, 18 El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos

Juan 8, 32. entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. 36 Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.

Hecho de los Apóstoles 16, 35 Por la mañana los magistrados enviaron a unos oficiales con esta orden: “Deja en libertad a esos hombres”. 36 El carcelero se lo comunicó a Pablo y Silas, diciendo: “Los magistrados han dado orden de dejarlos en libertad. salgan, pues, y marchen en paz”.

Romanos 6, 18 Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia. 22 Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna.

Romanos 8, 2 En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

Colosenses 1, 12 Y que den gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte en la herencia reservada a los santos en su reino de luz. 13 El nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado. 14 En él nos encontramos liberados y perdonados.

Hebreos 9, 12 Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva.

1 Corintios 1, 30 Por gracia de Dios ustedes están en Cristo Jesús. El ha pasado a ser sabiduría nuestra venida de Dios, y nuestro mérito y santidad, y el precio de nuestra libertad.

1 Corintios 7, 21 ¿La llamada de Dios te alcanzó siendo esclavo? No te preocupes. Pero si puedes conseguir la libertad, no dejes pasar esa oportunidad.

2 Corintios 3, 17 El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. 18 Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu.

Gálatas 5, 1 Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. 13 Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros.

1 Pedro 2, 16 Sean libres, pero no hagan de la libertad un pretexto para hacer el mal. Sean libres como servidores de Dios. 17 Respeten a todos, amen a los hermanos, teman a Dios y respeten al que gobierna.