CITAS BIBLICAS DE SANIDAD DIVINA
Éxodo 15, 26 y le dijo: Si de veras escuchas a Yehovah, tu Dios, y haces lo que es justo a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y practicando sus normas, no descargaré sobre ti ninguna plaga de las que he descargado sobre los egipcios; porque yo soy Yehovah, que te doy la salud.
Éxodo 23,25 Ustedes sólo servirán a Yehovah, y yo bendeciré tu pan y tu agua, y apartaré de ti todas las enfermedades.
Deuteronomio 7, 15 El Señor apartará de ti toda enfermedad, y no te infligirá ninguna de esas plagas malignas que envió sobre Egipto, y que tú ya conoces. Las tendrá reservadas, en cambio, para aquellos que te odian.
Isaías 43, 1 Y ahora, así te habla Yehovah, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío. 2.Si atraviesas el río, yo estaré contigo y no te arrastrará la corriente. Si pasas por medio de las llamas, no te quemarás, ni siquiera te chamuscarás. 3.Pues yo soy Yehovah, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Para rescatarte, entregaría a Egipto Etiopía y Saba, en lugar tuyo. 4.Porque tú vales mucho a mis ojos, yo doy a cambio tuyo vidas humanas; por ti entregaría pueblos, porque te amo y eres importante para mí. 5.No temas, pues, ya que yo estoy contigo. Del Este haré venir a tu descendencia y del Oeste te reuniré.
Isaías 53, 3 Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. 4 Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencia, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. 5 El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados.
Isaías 55,1 A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que estén sin plata, vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar.
Isaías 57, 18 y yo ví su conducta. Pero yo le devolveré la salud, lo alentaré y lo ayudaré a recuperarse. Y a los que están de duelo 19. haré que les brote la risa de sus labios: ¡Paz, paz al que está lejos y al que está cerca!, dice Yehovah. Sí, yo te voy a sanar.
Isaías 58,8 Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yehovah te seguirá por detrás.
Jeremías 33,6 Yo, sin embargo, me apresuraré a que se restablezcan y mejoren; les devolveré la salud y les haré gozar de mucha paz y seguridad.
Salmo 30, 2 Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. 3 Señor, Dios mío, clamé a ti y tú me sanaste. 4 Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro.
Salmo 42,11 Mis adversarios me insultan y se me quiebran los huesos al oír que a cada rato me dicen: "¿Dónde quedó tu Dios?" 12.¿Qué te abate, alma mía; por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios salvador.
Salmo 91, 1 Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, 2 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío». 3 El te librará de la red del cazador y de la peste perniciosa; 4 te cubrirá con sus plumas, y hallarás un refugio bajo sus alas. 5 No temerás los terrores de la noche, ni la flecha que vuela de día, 6 ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol. 9 porque hiciste del Señor tu refugio y pusiste como defensa al Altísimo. 10 No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa.
Salmo 103, 2 bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. 3 El perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias; 4 rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; 5 él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila. 6 El Señor hace obras de justicia y otorga el derecho a los oprimidos.
Salmo 105, 37 Hizo salir a los suyos con oro y plata, y en sus tribus ninguno iba cojeando.
Salmo 107, 19 Pero en su angustia clamaron al Señor y él los liberó de su aflicción. 20 envió su palabra y los sanó, salvó sus vidas del sepulcro.
Salmo 147, 2 .Reconstruye el Señor Jerusalén, reúne a los exiliados de Israel, 3.sana los corazones destrozados y venda sus heridas.
Proverbios 4, 20Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras. 21 Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, 22 porque son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente.
Proverbios 12, 18 El charlatán corta como una espada, pero la lengua de los sabios es un remedio.
Proverbios 17, 22 Un corazón alegre es el mejor remedio, pero el espíritu abatido reseca los huesos.
Mateo 8, 2 Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: “Señor, si quieres, puedes purificarme”. 3 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. Y al instante quedó purificado de su lepra. 16 Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, 17 para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: “El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades”.
Mateo 10, 8 Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar.
Mateo 11, 28 Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. 30 Pues mi yugo es suave y mi carga liviana.
Marcos 5, 25 Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. 26 Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. 27 Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, 28 porque pensaba: “Con sólo tocar su manto quedaré curada”. 29 Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. 30 Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: “¿Quién tocó mi manto?”. 31 Sus discípulos le dijeron: “¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?”. 32 Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. 33 Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a los pies y le confesó toda la verdad. 34 Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad”.
Marcos 16, 17. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas; 18.tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos
Lucas 10, 9.sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes 18.Jesús les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo 19 Les he dado poder de caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. 20 No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.
Lucas 13, 11 Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera. 12 Jesús, al verla, la llamó y le dijo: “Mujer, estás curada de tu enfermedad”, 13 y le impuso las manos. Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios.
Juan 10, 10 El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.
Santiago 5, 16 Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa. 17 Elías era un hombre como nosotros, y sin embargo, cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses.
1 Pedro 2, 24 El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados.
GLORIA A YEHOVAH! Que nos ha dejado su promesa de Sanidad Divina por el mérito de YESHUA HA MASHIAJ en la cruz que nos ha sanado con sus llagas!
ResponderEliminarAMÉN AMÉN Y AAAAAAMÉN DECIDO CREERLO
ResponderEliminarAmén amén y amén, con sanidad divina desde el principio de la creación porque volvimos a nuestro origen en Yeshúa Ha Mashiaj Amén Amén y Amén
ResponderEliminarGloria a Yehovah el es fiel sana salva y libera
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