La Ekklesia es una con Yeshúa, testigo y testimonio de su amor muere así misma para permanecer en el amado y vivir eternamente.

La Ekklesia es una con Yeshúa, testigo y testimonio de su amor muere así misma para permanecer en el amado y vivir eternamente.

Si no comemos la carne del Hijo del hombre quien es el pan bajado del cielo no tenemos su mismo espíritu y si no bebemos su sangre no tenemos su misma alma, su mismo espíritu y misma mente, emociones y voluntad para acceder a la vida eterna, necesario es pasar por su pasión y muerte para contemplar su resurreccion, por ello, Pablo al recibir el llamado de parte de Yeshúa se somete a su autoridad espiritual Ananias y no vuelve atrás, liberado, salvado y prosperado imita, multiplica y pare hijos igualitos a Él, como testigo y testimonio de su amor muere así misma para permanecer en el amado y vivir eternamente.

Juan 17, 21-23
[21]Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
[22]Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
[23]yo en ellos y tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí.

Somos instrumentos elegidos por Yehovah para llevar Su nombre a pueblos, reyes y a los hijos de Israel, en el camino de santidad estamos inmersos en su pasión, muerte y resurrección como sus discípulos sometiendonos a a su disciplina siendo uno con Yeshúa en entrega voluntaria sacrificial para que viva el logos y rehma en cada uno de nosostros como templos vivos del Ruaj Hakodesh en adoración, obediencia y servicio muriendo a nosotros mismos para llevar Su Nombre impartiendo si enseñanza con fama, proposito y autoridad.

Hebreos 10, 10,14-16,21-24
[10]Esta voluntad de Dios, de que habla, es que seamos santificados por la ofrenda única del cuerpo de Cristo Jesús.
[14]Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica.
[15]Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir:
[16]Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente.
[21]Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios,
[22]acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia, y con el cuerpo lavado con agua pura.
[23]Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió.
[24]Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien.

Solo hay Victoria en Yeshúa Ha Mashiaj 🌻

Hechos 9, Salmo 117, Juan 6